El padre Soárez dijo a Cristo:
- Señor, quiero tener un encuentro contigo. Dame un lugar de cita para hallarte.
Antes los hombres te buscaban en el desierto: se apartaban del mundo e iban a buscarte en medio de la soledad.
¿En los desiertos es donde te encontraré?
Otros subieron a la más alta cima de los montes, y cerca del cielo sintieron tu presencia y escucharon el eco majestuoso de tu voz.
¿Debo subir a una montaña para verte?
Otros, en fin, te buscaron en los templos.
¿Ahí te podré hallar?
- No -respondió al padre Soárez el Señor-.
Yo también quiero tener un encuentro contigo.
Pero no me hallarás en la soledad, en las alturas o entre las paredes de los templos.
Un lugar de cita seguro te daré.
Búscame en los demás hombres.
Ahí me encontrarás.
Ahí te encontraré.
Ahí Tú y yo, Dios y hombre, nos encontraremos.
Fuente: Publicado en la sección "Miscelánea de Historias", en las notas editoriales del periódico El Norte (www.elnorte.com), Mayo de 2007. (Recibido de: elcaminodelcorazon-unsubscribe@yahoogroups.com, Paula).
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