No se trata de encender velas y sólo tener pensamientos felices.
Se trata de encarar el caos de la vida y de tus reacciones frente a éste.
Si estás sentado sobre un cojín en algún sitio sereno con tus ojos cerrados, puede ser que te sientas refrescado temporalmente, pero no arrancarás de raíz ninguna de las conductas o patrones en tu vida que constantemente te traen dolor.
abre tus ojos.
Ve los obstáculos.
Agradece que existen.
Supéralos uno por uno
¡y deja que la Luz brille!
Fuente: Afinación diaria de la conciencia del Kabballah. Enviado por Paula al grupo experiencias_del_alma@yahoogrupos.com.mx.
Es muy cierto, el enfocar los problemas como lecciones nos da la oportunidad de concientizar en que areas de nuestras vidas es necesario trabajar para gradualmente alcanzar la paz.
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