Un león encontró a un grupo de gatos conversando. `Voy a devorarlos', pensó.
Pero comenzó a sentir una extraña calma. Y decidió sentarse con ellos para escuchar lo que decían.
-Mi buen Dios -dijo uno de los gatos, sin notar la presencia del león-. Hemos rezado toda la tarde, pidiendo que lloviesen ratones del cielo!
-Y hasta ahora no ha pasado nada! -dijo otro-. Será que Dios no existe?
El cielo permaneció mudo. Y los gatos perdieron la fe.
El león se levantó y siguió su camino, pensando
'Hay que ver como son las cosas: yo iba a matar a esos animales, pero Dios me lo impidió.'
Aun así, ellos dejaron de creer en las gracias divinas:
estaban tan preocupados con lo que les faltaba que ni se dieron cuenta de la protección que recibieron.'
Fuente:Enviado por Paula al grupo experiencias_del_alma@yahoogrupos.com.mx. Extraído de `El Guerrero de la Luz Online', de Paulo Coelho de Brasil, en la dirección www.warriorofthelight.com/espa/index.html, edición No. 69, may-04.
Es verdad. Siempre vamos por la vida preocupados en lo que nos falta y no en lo que tenemos y podemos hacer por los demás.
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