La respiración no solo nos proporciona oxígeno, sino que también nos proporciona “prana”, que es, por decirlo así, la energía vital que mantiene nuestros sistemas energéticos funcionando. Unas respiraciones profundas, hechas conscientemente, sirven tanto para calmar nervios antes de una presentación o charla en público, como para ponernos en un estado de relajación y calma mental tras una jornada de trabajo. Respirar hondo, llenar los pulmones a tope y luego sacar todo el aire que uno pueda, varias veces, limpia nuestros pulmones de aire viciado que se acumula y que nunca sale cuando respiramos superficialmente y nos deja una sensación de frescor interna que es realmente agradable.
Respirar, sea con la técnica que sea, ayuda a controlar los procesos del cuerpo, a calmar la mente, a potenciar la concentración y a focalizar la mente, y, por supuesto, ayuda a relajarnos.
Respiración y visualización
Potenciar el poder de la respiración es algo tan fácil como imaginarnos que el aire que entra en nuestro cuerpo va a cumplir una u otra función según le pidamos. Podemos imaginar (=visualizar) que cuando inspiramos todo el aire fresco y limpio que entra (olvidaros de la contaminación en estos momentos ) se desplaza por todo el organismo barriendo energía y bloqueos, sacándolos hacia el exterior con cada espiración. Podéis imaginaros que el aire que entra al respirar va dirigido a un lugar donde sentís dolor, donde notáis algún bloqueo emocional, donde tenéis alguna molestia. Solo es cuestión de “ordenar” a esa energía que entra en cada respiración que ejecute la acción que deseáis (calmar dolor, eliminar bloqueo, etc).
Usando color al respirar
Los colores son terapéuticos. En realidad lo son tanto que existen varias formas de terapia basada en el color, y en la influencia que este tiene en nosotros. Todos sabeis las cualidades de colores como el rojo (agresivo, fuerte, dominante) o el verde (relajante, tranquilo, etc). Usar estas propiedades de los colores mezcladas con nuestra respiración nos permite conseguir resultados mucho más interesantes y rápidos que la sola utilización de una de las técnicas.
Por ejemplo, si os sentís cargados emocionalmente, con la cabeza a punto de estallar, parece que lleváis un peso encima, que todo se os echa a la espalda y tenéis que cargar con vuestras historias y las de otros, si tenéis un día horrible, etc, este pequeño ejercicio os ayudará enormemente.
Respirad hondo, imaginaros todo el aire que inspiráis de color verde, aguantad la respiración y enviar ese aire verde por todo vuestro cuerpo, desde la cabeza a los pies, hacia la tierra (como una presa que saca el aire de un envase hacia abajo). Expulsad el aire “verde” que lleva toda esa carga emocional por la planta de los pies hacia fuera. Con varias respiraciones de este tipo os sentireis mejor en poco tiempo.
Por el contrario, si necesitais cargaros rapidamente de energía, para hacer algun esfuerzo extra, para algo puntual, respirad e imaginaros el aire “rojo”. Cargaros de la energía del rojo, y distribuid esa fuerza por todo vuestro cuerpo. Sereis capaces de hacer ese extra esfuerzo temporalmente, gracias a este aporte de energia “potente” que es el rojo.
Cuando querais calmar dolor, ayudar al cuerpo en su proceso de autocuración y acelerar la recuperación de alguna herida, enfermedad, etc, usad el violeta. Llenaros de aire “violeta”, enviadlo mentalmente a la zona de vuestro cuerpo que necesita ayuda, y “ordenadle” mentalmente que “cure” esa zona. Esta energía violeta acelerará y potenciará las cualidades curativas propias del cuerpo y os ayudará a sanar más rápidamente.
Y así con todos los colores. Podéis en todo caso averiguar las propiedades de cada uno de ellos (seguro que en Google aparecen rápido) y combinarlas con técnicas de respiración para obtener un equilibrio físico, mental y emocional completamente balanceado y en armonía constante.
Al fin y al cabo, lo que importa es sentirse lo mejor posible en todo momento, ¿verdad? Démosle a la respiración el valor que se merece y veremos los resultados espectaculares que podemos obtener a cambio.
Autor: David Topi para el Blog Evolución Espiritual - http://davidtopi.com
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