Mostrando entradas con la etiqueta Tus emociones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tus emociones. Mostrar todas las entradas

El poder sanador de la risa

13 de abril de 2010
Cuando de chico leí que una carcajada bien sonora, salida del alma, movilizaba más la energía en el cuerpo que una serie de intensas actividades deportivas o aeróbicas, me quedé impactado por la potencia sanadora de la risa.
Con el tiempo accedí a explicaciones científicas sobre como el organismo moviliza sus recursos infinitos de recuperación, cuando el humor se instala y las emociones provocadoras se distienden ante la risa benéfica.
Las endorfinas, hormonas de la dicha, se despliegan en el campo de nuestro cuerpo, cuando la distensión y el placer se conectan con el humor, con esa puerta de acceso a la libertad del Ser, que comienza cuando uno en lugar de juzgar, directamente ríe.
Más aún si esa risa se autorefiere, es decir si aprendemos antes que nada a reírnos de nosotros mismos, el efecto es explosivo, de polaridad positiva.

Podemos pasar de un dicho gauchesco con su proverbial sabiduría: "El que se ríe, los mal es aleja", a una profunda reflexión espiritual de Osho, cuando dice que la risa detiene a la mente, y que por eso proviene del corazón. La mente es tramposa. el corazón es sabio.

El hombre es el único ser de la creación capaz de reírse, Tiene el mecanismo de la evolución divina en un clímax tal que le permite detener el tiempo en ese instante. Fundirse en el motivo de su existencia en esa risa, que dicen los avatares, es la risa de Dios.

Dios es el gran humorista, que permite en forma compasiva que esta humanidad continúe, a pesar de su falta de amor y de humor.

Así que seres queridos, a reírse mucho; pero no del otro, sino junto al otro.
Reír nos sana, y en estos momentos más que nunca, necesitamos mecanismos naturales, para preservar la salud, ante toda la tristeza que se nos quiere vender, sabiendo que si perdemos la risa, perdemos literalmente la vida.

Gracias por existir.

Autor: Claudio M. Dominguez

¿Influyen nuestros estados emocionales sobre nuestro estado corporal?

27 de octubre de 2009

Compartimos el siguiente artículo imperdible que responde muchas preguntas que al menos nosotros, nos hacemos siempre...
¡Qué lo disfruten!
El equipo de PTP

Felicidad y buena salud

¿Influyen nuestros estados emocionales sobre nuestro estado corporal? 

¿Existe una conexión entre nuestros pensamientos y nuestro cuerpo físico? 

¿Existe la relación mente-cuerpo?

¿Es cierto que los pensamientos “positivos” y “la buena onda” atraen bienestar y buena salud? 

¿Se comunican nuestros pensamientos con los distintos órganos del cuerpo? 

¿Qué sucede cuando nos emocionamos, nos asustamos, nos deprimimos, nos reímos o nos entusiasmamos ante algún acontecimiento o noticia que nos impacta?

Indudablemente, al igual que nuestro cerebro es capaz de registrar los estímulos físicos, el cuerpo también registra los estímulos emocionales y responde ante ellos.

¿Cómo responde? Mediante la liberación de verdaderos “Mensajeros de los pensamientos” llamados neurotransmisores o neuropéptidos o neurohormonas. Podríamos decir que éstas son sustancias liberadas por el cerebro o las terminaciones nerviosas que actúan a distancia sobre los distintos órganos del cuerpo.

Ante cualquier situación de estrés se prende una especie de “alarma roja” a nivel del hipotálamo, que mediante la liberación de determinados neurotransmisores le avisa a la glándula pituitaria (más conocida como hipófisis) que debe activarse para liberar, por ejemplo: Beta-endorfina, hormona rnelanoestimulante y la hormona ACTH (hormona adrenocorticotropa) que actúa sobre las glándulas adrenales produciendo finalmente la liberación de los famosos glucocorticoides.

Pero estos mensajeros de los pensamientos no sólo se liberan a nivel del cerebro sino que también son liberados por células de otros órganos como por ejemplo la protagonista del verano: la piel.

Las células que constituyen nuestra piel responden a los rayos ultravioleta del sol liberando la hormona melano-estimulante (por eso nos bronceamos) pero además liberan Beta-endorfinas que ejercen un efecto analgésico (calman el dolor), antiinflamatorio y regulador del sistema inmune de la piel.

¡Atención!, hemos nombrado el sistema inmune.

¿Por qué introducirnos el sistema inmune si estamos hablando del cerebro? Porque en la actualidad al sistema inmune se le considera una especie de “cerebro móvil” -que al igual que los órganos de los sentidos detectan lo que ocurre en el exterior- cuyas células detectan lo que está pasando dentro del organismo.

Frente a un estrés inmunológico como puede ser una infección u otro proceso, el sistema inmune también es capaz de liberar estos “mensajeros de los pensamientos” y es capaz de recibir la acción de cualquiera de ellos liberado por el sistema nervioso. Se establece una verdadera “conversación” entre ambos sistemas. Es decir que la piel, el sistema nervioso y la inmunidad no son sistemas independientes sino que están estrechamente asociados y usan el mismo lenguaje.

Células del sistema inmune liberan neurotransmisores, entre ellos Beta-endorfinas. Estos mediadores químicos han sido llamados también “las hormonas de la felicidad” porque producen un estado de bienestar general y se liberan en situaciones placenteras (risa, sexo, ejercicio físico). A nadie le pasa inadvertido el hecho de que los días de sol radiante nos sentimos eufóricos, con más energías y con una alegría a veces inexplicable teniendo en cuenta los acontecimientos que nos toca vivir actualmente.

Llegamos a la conclusión entonces de que los estados placenteros (cada uno sabrá cuál es el suyo) estimulan la liberación de estos potentes antiinflamatorios que se ha visto actuarían en determinadas patologías (artritis reumatoidea, esclerosis múltiple, psoriasis, eczemas alérgicos, vitiligo, enfermedades gastrointestinales) mejorando el estado general del paciente.

Entonces, si volvemos a leer las preguntas que inician este artículo concluiremos que existe una verdadera conexión entre el cerebro-cuerpo, lo que explicaría la influencia de nuestros estados de ánimo sobre nuestra salud y que existiría una explicación científica para aquello de que la “buena onda atrae buena salud”.

Por lo tanto aunque ahora nos cueste: Tratemos de reírnos lo más posible, a lo mejor nos ahorramos futuros medicamentos.

Autor: Liliana Bercovich de Perazolo. Publicado por portalnuevaera Octubre 26, 2009.
Link de la publicación original: http://www.portalnuevaera.com/2009/10/felicidad-y-buena-salud/

Emoción: Reflejo de la mente en el cuerpo

21 de octubre de 2009
Una emoción es el reflejo de la mente en el cuerpo. Pero a veces hay un conflicto entre ambas: la mente dice “no” mientras la emoción dice “sí”.

Si realmente quieres conocer tu mente, el cuerpo siempre te dará un reflejo fiel; por tanto, observa la emoción o, más bien, siéntela en tu cuerpo. Si existe un conflicto aparente entre ambos, el pensamiento es el que miente y la emoción dice la verdad. No la verdad última de tu identidad real, sino la verdad relativa de tu estado mental en ese momento.

El conflicto entre pensamientos superficiales y procesos mentales inconscientes es bastante común. Tal vez no puedas hacer consciente la actividad de tu mente inconsciente en forma de pensamientos, pero siempre se reflejará en el cuerpo como una emoción de la que puedes tomar consciencia.

Fuente: Eckhart Tolle.