La ley de compensación opera en el fenómeno de la naturaleza. La semilla revienta y un árbol grande nace de la semilla. Nada se pierde en la ruptura de la semilla. Combustible se quema. Combustible se destruye. Pero originan calor, de acuerdo a la ley de compensación. Muchas cosas se cocinan en ese fuego de esa combustión.
La ley de compensación opera en el plano mental también. Mantiene el balance y establece paz, cordialidad, equilibrio, armonía y justicia en la naturaleza. Piensa profundamente, reflexiona. Te darás cuenta de que esta ley de compensación está presente en todo en el fenómeno de la naturaleza. Es inexorable e inmutable. Nadie ni nada puede escapar a esta ley irresistible. Si actúas con maldad, el mismo fruto recibirás en compensación.
Si consideras que la vida del individuo es un evento aislado que comienza con el nacimiento del cuerpo físico y acaba con su muerte, no podrás encontrar una explicación o solución para los asuntos de la vida. Es como dar tumbos en la oscuridad. La presente vida es nada, comparada con la vida del alma. Esto es momentáneo - un fragmento. Si quieres encontar la causa o antecedente de algo, tienes que ir profundamente a los asuntos del alma eterna. Sólo ahí encontrarás el balance perfecto de causa y efecto, antecedente y consecuencia. La vida no termina con la desintegración de este cuerpo físico. La reencarnación existe. Han existido muchas vidas previas. Hay que tomar en consideración la vista más amplia que nos da la vida del alma.
Entonces encontrarás soluciones satisfactorias y perfectas para todos los asuntos complicados de esta vida.
Cada acción equivocada o crimen trae consigo su propio castigo de acuerdo a la ley de retribución. La ley de causa, ley de acción y reacción, ley de compensación y la ley de retribución - todas funcionan en conjunto. El que hiere a otro, se hiere primero a sí mismo.
Recuerda que Dios no es ni parcial ni injusto. Recuerda que Dios no es responsable por la riqueza de un hombre o la pobreza de otro. Tu sufrimiento es causado debido a tus propias acciones. No existe nada caótico o caprichoso en este mundo. Las cosas no suceden en este mundo por accidente, o chance, o en una manera desordenada. Todo sucede en sucesión, cada cosa sucede después de otra, en orden. Hay una conexión definitiva entre lo que haces hoy y lo que
te sucederá en el futuro. Siembra siempre semillas que te traerán frutos agradables que te hagan feliz aquí y de aquí en adelante.
Autor: Swami Sivananda
La ley de compensación opera en el plano mental también. Mantiene el balance y establece paz, cordialidad, equilibrio, armonía y justicia en la naturaleza. Piensa profundamente, reflexiona. Te darás cuenta de que esta ley de compensación está presente en todo en el fenómeno de la naturaleza. Es inexorable e inmutable. Nadie ni nada puede escapar a esta ley irresistible. Si actúas con maldad, el mismo fruto recibirás en compensación.
Si consideras que la vida del individuo es un evento aislado que comienza con el nacimiento del cuerpo físico y acaba con su muerte, no podrás encontrar una explicación o solución para los asuntos de la vida. Es como dar tumbos en la oscuridad. La presente vida es nada, comparada con la vida del alma. Esto es momentáneo - un fragmento. Si quieres encontar la causa o antecedente de algo, tienes que ir profundamente a los asuntos del alma eterna. Sólo ahí encontrarás el balance perfecto de causa y efecto, antecedente y consecuencia. La vida no termina con la desintegración de este cuerpo físico. La reencarnación existe. Han existido muchas vidas previas. Hay que tomar en consideración la vista más amplia que nos da la vida del alma.
Entonces encontrarás soluciones satisfactorias y perfectas para todos los asuntos complicados de esta vida.
Cada acción equivocada o crimen trae consigo su propio castigo de acuerdo a la ley de retribución. La ley de causa, ley de acción y reacción, ley de compensación y la ley de retribución - todas funcionan en conjunto. El que hiere a otro, se hiere primero a sí mismo.
Recuerda que Dios no es ni parcial ni injusto. Recuerda que Dios no es responsable por la riqueza de un hombre o la pobreza de otro. Tu sufrimiento es causado debido a tus propias acciones. No existe nada caótico o caprichoso en este mundo. Las cosas no suceden en este mundo por accidente, o chance, o en una manera desordenada. Todo sucede en sucesión, cada cosa sucede después de otra, en orden. Hay una conexión definitiva entre lo que haces hoy y lo que
te sucederá en el futuro. Siembra siempre semillas que te traerán frutos agradables que te hagan feliz aquí y de aquí en adelante.
Autor: Swami Sivananda
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